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La Niña de Barcelona

Por Ana C Molinar Trujillo
*Todas las historias son creación y propiedad de Ana C Molinar Trujillo

Para continuar leyendo da click aquí y te llevara al final de la historia...

Desde pequeña siempre fue una niña muy inquieta, muy distinta a su gemelo, ella era menor por unos minutos, tener un hermano con el que compartías muchas cosas, la hizo aun ser un alma muy autentica y saber que aunque hubiera en el mundo alguien igual a ella, era única. 

 

Su abuela que había sido muy rebelde en sus épocas, le enseñaba distintas formas en que era única aunque fuera gemela de su hermano y se parecieran demasiado, eran muy distintos. Desde pequeña le enseñó historias de mujeres que habían marcado sus caminos por ser distintas y originales, así como ella y su abuela.

 

(La historia de la prima de una amiga)

 

Todo el mundo siempre le decía “Qué increíble tener un gemelo, crecer junto a alguien que además de tener tu edad es igualito a ti”, ella solo sonreía pero en el fondo siempre pensaba “Tenga usted un gemelo y luego me dice.”

 

Un día su mamá le preguntó porque se enojaba tanto cuando le hacían ese comentario, ella solo le respondía “¿Cómo puedo ser única como dice la abuela si mi hermano es igual a mi?, yo no quiero que haya nadie como yo.”

 

Su hermano y ella eran como el agua y el aceite, claro que tenían sus momentos donde jugaban juntos, pero por una cosa u otra, ella siempre lo hacía llorar así que siempre salía regañada. Con el tiempo prefirió ya no jugar con él porque ella tenía la culpa en cada oportunidad que jugaban algo.

 

Su abuela siempre le decía “Son niños, es normal que uno siempre terminé llorando” a lo que la mamá de ella le respondía “pero siempre es su hermano…”

 

Para ella pasar tiempo con su abuela era mágica, se sentí que era la única que en verdad la veía por quien era ella, lo que la hacía única. 

Cuando nació su hermana menor, se acercó más a su abuela, se llevaban 8 años, era una gran diferencia, claro que la quería, la cuidaba pero en un principio no creía que tuviera mucho en común con ella.

 

Cuando cumplió 16 años su abuela la llevó a un viaje a Barcelona, solo ellas dos, cuando estaban frente a Casa Milà de Gaudí, su abuela la tomó de la mano y le dijo “así eres tú única, perfectamente imperfecta, aún te faltan muchas cosas por vivir… nunca terminamos de irnos formando en el ser humano que un día trascenderá a otras experiencias… así que tu sigue viviendo y ve la vida como solo tu puedes hacerlo.”

 

Caminaron por la avenida y ella se quedó pensando en lo que le dijo su abuela, se pararon a tomar algo, se sentaron, pidieron de comer y ella le preguntó “¿Abuela, por qué me has traído aquí… solo tu y yo?”.

 

“Porque en Barcelona tengo una gran historia que iras conociendo conforme vayas creciendo…pero tiene que ver con mi gran amor.” - Abuela

 

“Pero… mi abuelo nació en México.” - Ella

 

“Exacto, tu abuelo es mexicano… pero mi gran amor es de aquí, de Barcelona. Aquí aprendí a que yo era tan única como ves la Sagrada Familia, cada una de las experiencias me harían la gran obra maestra que hoy soy.” - Abuela

 

Ella solo tenía 16 años en ese entonces, había muchas cosas que no entendía que su abuela le decía… le hacía siempre un gesto y su abuela le contestaba “Un día lo entenderás.”

 

Así conoció por primera vez Barcelona, con su persona favorita, su abuela. Quedó fascinada con la comida, la gente, la moda, la arquitectura, la música, los cielos… y lo recuerdos de su abuela. 

Continuará...

________________

Continúa…

 

Habían pasado ya 16 años desde ese viaje a Barcelona con su abuela, un tesoro entre las dos, aunque habían pasado tantos años tenían sus chistes locales que su hermano gemelo nunca entendía y solo les decía “par de locas…” y su abuela siempre contestaba “muy locas…”

 

Ella era una artista plástica muy buena, su arte era igual de único que ella, siempre daba esta impresión de sentirte en libertad, como si todo fuera posible. 

Su abuela era su mayor fan, siempre la acompañaba cuando estaba por pintar un nuevo cuadro, le había hecho en su casa un estudio donde podía trabajar sin importar si algo se manchara, cada rincón de ese espacio era de ella… ese mismo espacio a su abuela le parecía una gran obra de arte. 

 

Algo que su abuela no entendía es que siempre tenía novios que eran lo opuesto a ella, las relaciones no funcionaban porque ella era un alma libre y sus pareja eran demasiado formales y cuadrados en su vida. 

Actualmente ella tenía un novio con el que ya tenían cuatro años juntos, habían cortado por seis meses, pero volvieron a encontrarse en la farmacia en la esquina de casa de su abuela y todo comenzó de nuevo con ellos, llevaban ya 6 meses de ese encuentro.

 

Una tarde tocaron a la puerta de la casa de la abuela, era el novio de ella. Entró como si fuera su casa directo al estudio de ella, tocó la puerta en varias ocasiones pues a Ella le gustaba poner flamenco o música con guitarra para poder pintar…

 

“¿Qué pasa?…”- Ella, gritó un poco molesta

 

El novio abrió la puerta, “Soy yo amor… perdóname, ya se que no te gusta que te molesten pero tenía que venir a decirte algo.”

 

Ella dejó las pinturas, se quito el pelo de la cara con el brazo y se pintó un poco la cara…

 

“Ya te pintaste la cara amor…” - El Novio

 

“¿Qué me quieres decir? ¿No puede esperar? … En verdad  ¿es tan importante lo que tienes que decirme?” - Ella

 

“¿En qué quedamos?… ¿Lo vamos a platicar de nuevo?”- El Novio

 

Ella tomó el aparato de la música y la puso en pausa…

El novio le echo una mirada, y ella tomó de nuevo el aparato y apago la apago por completo, tomo una tela con la que se limpio las manos y un poco de la cara y le dijo que fueran a donde tenía un sillón con vista al jardín donde descansaba.

 

“Ya, perdóname… se me olvidan estos acuerdos que hicimos… pero sabes que mis momentos creativos son únicos.” - Ella

 

“Bueno ¿ya te puedo decir?” - El Novio

 

“Pues si… ya apague todo para que me digas.” - Ella

 

En el pasillo estaba la abuela junto a la puerta escuchando todo, para ella no era sorpresa, le gustaba que su abuela supiera todo.

 

“Nos vamos a un curso 3 meses de negocios a París.” - El Novio

 

“¿Nos vamos?… si es un curso de negocios para ti…”- Ella

 

“¿No quieres venir a París? ¿Quién no quiere venir a París?”- El Novio

 

“No me lo tomes a mal y no es por ser mamona pero acabo de estar hace  7 meses allá… más bien yo quería ir…” - Ella

 

El novio la interrumpió “Pero ahorita lo que necesitamos es hacerlo juntos para saber si esta vez si va a funcionar y dar el siguiente paso…” 

 

Ella se levantó del sillón un poco molesta… “La vida no va en pasos ¿eh? A veces hay que dejarse sorprender… y no se estoy lista para hablar contigo de casarnos, creo que primero deberíamos de vivir juntos…”

 

“Eso no va a pasar, ya lo habíamos hablado… imagínate tu papá me va a matar.” - El Novio

 

“¿Mi papá? ¿Qué tiene que ver mi papá?… preocúpate y ocúpate por lo que yo pienso que es conmigo  con quién te quieres casar…” - Ella

 

“Mi amor, ya habíamos hablado de esto y no, yo quiero casarme contigo, para que nos vamos a vivir juntos… pues ya nos casamos de una vez… pero ese no es el tema, el tema es si quieres venir a París.” - El Novio

 

“Es que justo lo que te quería decir es que aunque amo París y tengo a mis amigos allá, ahorita vi que…”- Ella

 

“Yo tengo que avisa mañana a más tardar”- El Novio, le dijo mientras sonaba su celular… “Tengo que contestar, es del trabajo…”

 

El novio se salió del cuarto a contestar… Ella solo dijo en voz alta “O sea yo tengo que apagar todo y él así de la nada…”

 

En ese momento entró su abuela… ella solo le dijo “ya ni me digas nada…”

 

“Yo solo vengo a decirte que hay personas que regresan a tu vida o se presentan en tu vida, solo para que des un pasó a algo mejor, a algo que si quieres…” - Abuela

 

“Abuela ¿me estás diciendo que si vaya?” - Ella

 

“A París nunca se le dice que no… además hay muchos trenes que te pueden llevar a otros lugares… como a ese lugar que no más no pudiste decirle a tu novio.” - Abuela, le dijo con un tono irónico

 

Ella se quedó pensando… comenzó a cambiarse de ropa…

 

“¿Ya te vas?” - Abuela

 

“Si, seguro regresa en 10 minutos para decirme que le diga y no va a parar… además si ya me interrumpió que me invite por algo rico de cenar y en el camino que me compre mi elote, con su mayonesa, su queso, sal… uf.” - Ella

 

“Esta bien, después de tu cena si quieres puedes venir a seguir trabajando… yo voy a salir pero ya sabes qué…” - Abuela

 

“Esta es mi casa…” - Ella, se acercó le dio un beso a su abuela, la abrazó… salió por el pasillo, bajo y ahí estaba él terminando una llamada.

 

 

“Si mañana sin falta… adiós.” - El Novio, colgó y la siguió a la puerta “¿A dónde vamos?¿No vas a seguir pintando?” 

 

“No, me vas a llevar por un elote, luego a cenar y luego…”- Ella

 

“Iba a ir a jugar fútbol…”- El Novio

 

“Me la debes, me interrumpiste… así que vamos… y después vamos a tu casa y te vas a poner contento… así que ya llévame por mi elote.” - Ella

 

“Bueno, todo sea por ese final feliz…”- El Novio, la besó y se subieron a su coche.

 

Continuará….

__________________

Continúa…

 

Pasaron los dos meses para irse al curso a París, ahí estaba ella en el avión sentada a lado de su novio, él le platicaba de todo lo que haría, ella solo decía con su cabeza que sí pero estaba pensando en lo que realmente quería hacer y por otro lado se volvía a preguntar ¿qué hago aquí?… en ese momento le entró un mensaje de su abuela que decía “Deja de pensar tanto las cosas, eres un alma libre… París te puede llevar a más caminos.”

 

Después de las horas de vuelo, llegaron a París, estaban hospedados en en la Rue de Rivoli, frente al Jardin de Tuileries. Su novio le organizó una cena esa misma noche para comenzar a adentrarse en el ambiente parisino cerca de una de las zonas que a ella le encantaba, Halles de París. Cuando estaban saliendo de cenar ella se encontró a un par de amigos que vivían en la zona, les sorprendió verla de nuevo ahí, era una pareja de españoles que se dedicaban también al arte.

 

“¿De nuevo en París? … Esto si es algo extraño…” - Amigo

 

“Gracias, alguien que me conoce perfecto…”- Ella, saludo a su amigo con un gran abrazo, saludó también a su otro amigo, su novio solo dijo “tomo esta llamada y regresó.”

 

“¿Entonces mujer que haces aquí?”- Amigo

 

“Haciéndole caso a mi abuela… que dice que París siempre es una buena idea, creo que me quería decir que no tenía porque quedarme aquí, solo aprovechar París para de aquí irme a otro lugar…”- Ella

 

“Esa abuela tuya es sin duda sabia, yo le haría caso.” - Amigo

 

“Pues por eso aquí estoy…” - Ella, los tres se rieron 

 

“¿Mañana que haces?… no digas que ya tienes plan porque se que no te gusta hacerlos.” - Amigo

 

“Yo no tengo nada planeado, como bien me conoces… no se este señor con el que vengo que planes.” - Ella

 

“Si que nos has sorprendido, después de lo último que nos contaste lo compatibles que son… ahora aquí juntos.” - Amigo

 

“Ni mi psicóloga me entiende…” - Ella, sonrió

 

“Mañana te mandamos horario y lugar… tu llega, te vas a sorprender.” - Amigo

 

Se despidieron, su novio seguía hablando por teléfono, así que lo alcanzó y le hizo señas de que tomaran un taxi para regresar… hasta que llegaron al hotel, él seguía hablando por teléfono.

 

Antes de acostarse a dormir, su novio le comentó que habían adelantado un par de temas del curso para el día siguiente, que desayunarían juntos y se veían más tarde, a lo que ella le contestó… “quiero dormir, mejor nos vemos más tarde.” Y así se fueron a dormir, ella con este sentimiento que no sabía a donde la llevaría este viaje a París.

 

Al día siguiente se levanto cerca de la una de la tarde, estaba totalmente agotada. Conocía muy bien París, así que no tenía esta necesidad de salir a recorrer todo.

Tomó su teléfono, habló con su abuela y antes de meterse a bañar vio el mensaje de su amigo. 

 

Decidió ir a alcanzar a sus amigos, solo pensó “a fluir y que el universo me sorprenda”. Llegó a una dirección que no conocía, era la casa de unos amigos de sus amigos, estaban todos sentados en la mesa, cuando ella entró por la puerta todos dijeron “por fin ha llegado.”

 

Así comenzaron una tarde única, comer deliciosa, tomar vino francés, postres, bailar un poco y también pintar un poco. Eran tardes llenas de creatividad.

 

“Bienvenida querida amiga de nuevo a París” - Amigo

 

“Merci!!!!!!” - Ella, lo abrazó y comenzaron a bailar. 

 

Cuando ella estaba muy metida en algo no solía ver su celular, de hecho no lo sacó en toda la tarde, cuando se dio cuenta era media noche. Sus amigos la llevaron a su hotel, en el camino hicieron planes para los próximos días. 

 

Llegó a su cuarto agotada… no había nadie, tomó su celular y solo había un mensaje de su novio “amor voy a llegar tarde, perdóname, nos vemos al rato.” 

 

Tomó su teléfono, sintió la necesidad de llamarle a su abuela, platicaron de como había estado su día, también del de su abuela. Tenían un acuerdo no dicho entre las dos, no importaba la hora siempre se contestarían. Era algo que a ella le daba mucha seguridad desde que estaba chica.

 

“Te dije abuela… él esta en sus cosas.” - Ella

 

“A mi me parece muy bien, así tu estás en lo tuyo… expándate hija disfruta.” - Abuela

 

Después de 20 minutos colgaron… ella se fue a dormir, a la mañana siguiente se despertó y su novio ya se había ido, así ocurrió toda las próximas semanas, solo un par de días comieron juntos, se veían unos minutos por la mañana o la noche, pero cada quién haciendo sus propios planes. Ella decidió aprovechar el tiempo para ver exposiciones que tenía pendientes, galerías, un par de clases y quedar con sus amigos.

 

En un café después de un clase uno de sus amigos le comentó… “Mañana nos vamos a Barcelona, tengo que ir a ver a mi madre, así que aprovecharemos para estar unos días allá, ver a los amigos, la familia… divertirnos…”

 

“¿Barcelona?… tiene tanto tiempo que no voy.” - Ella

 

“Pues vamos, si dices que si ahora mismo te saco tu pasaje del tren.” - Amigo, 

 

“Vamooooooos… a expandirme como dice mi abuela. Si, me encantaría ir.” - Ella

 

Así compraron su pasaje en tren…

 

Regresó a su hotel, hizo su maleta y dejó preparadas sus cosas para salir mañana temprano. Llegó su novio cuando estaba cerrando la maleta.

 

“Amor ¿qué estás haciendo?… perdóname si no he estado aquí para aquí…pero no te tienes que regresar.” - El Novio

 

“Si no me voy a regresar… voy a ir unas semanas a Barcelona…”- Ella

 

“¿Pero nuestro viaje?” - El Novio

 

“Continuará cuando yo regrese… además ha sido un viaje distinto para cada quien, y no es reclamo, solo lo estoy resaltando… así que tu tranquilo.” - Ella

 

“Bueno… no se que decirte, pero se que no te voy a hacer cambiar de opinión.” - El Novio

 

“Gracias por no hacerlo.” - Ella

 

“¿Una despedida?” - El novio

 

Ella se rió y solo le dijo “No veo por qué no…”

 

Continuará….

______________

Continúa…

 

Regresar a Barcelona le trajo muy buenos recuerdos, de lo más preciados que tenía. Además de todo lo que su abuela y ella habían compartido, era recordar lo que le decía constantemente, que era única.

 

En cuanto llegó al departamento de sus amigos en Barcelona le llamó a su abuela.

 

“No vas a creer en en donde estoy.” - Ella

 

“En Barcelona” - Abuela

 

“¿Y cómo sabes?” - Abuela

 

Se rió su abuela… “Le llamé a tu novio porque necesitaba preguntarte unas cosas y tu celular entraba a buzón, me dijo que estabas camino a Barcelona, me encantó escuchar que estaría de nuevo allá.” 

 

Platicaron un poco de como había salido el plan y de todo lo que sus amigos querían hacer… su abuela la interrumpió “¿Y tú que quieres hacer?”…Ella solo le contestó “Estoy segura que iré descifrando que vine hacer de nuevo acá.” 

 

Pasó una semana de estar en Barcelona, visitando nuevos lugares y recorriendo otros a los que había visitado con su abuela. Una tarde decidió no salir y se quedó en casa de sus amigos pintando un lienzo que le habían regalado y usando las pinturas y herramientas de uno. Desde su llegada a Europa no había trabajado así y le hacía mucha falta o así lo sentía ella.

 

Abrió una de las ventas y comenzó a trazar para después pintar, estaba muy concentrada… hasta que sonó su teléfono, no quiso contestar la llamada, pero notó que alguien estaba tocando cerca una guitarra, así como a ella le gustaba cuando ponía un poco de música para inspirarse. 

Se asomó por el balcón, miró abajo y era un hombre tocando la guitarra, metido como si nada más existiera.

 

Algo sintió que decidió bajar, tenía toda la ropa pintada, despeinada y descalza. Cruzó la calle para llegar a donde él estaba tocando. No pudo moverse, es como si hiciera todo en automático. Cuando él dejó de tocar, volteó y la miró, dejó su guitarra y se acercó a ella.

 

“Por fin bajas.” - Él

 

“¿Por fin bajo?… no entiendo” - Ella

 

“Se cayeron estas pinturas y pinceles… me imagino que son tuyos.” - Él

 

“No me había dando cuenta que se habían caído… gracias… oye, tengo que agradecerte porque tu música me ha inspirado mucho para pintar.” - Ella

 

“Me alegra que a alguien más que a mi le inspiren… ¿artista plástica?” - Él

 

“Si, artista plástica mexicana.” - Ella

 

“Si, lo noté por el acento, mi hermana esta casada con un mexicano…” - Él

 

“Qué buen gusto el de tu hermana…” - Ella, se iba a despedir de él pero antes de hacerlo le dijo “¿Te puedo invitar a cenar?”

 

“Claro ¿ahora o quieres cambiarte?” - Él

 

“No me tardo más de 15 minutos…”- Ella, subió a cambiarse.

 

Ella era muy bonita, no perdía mucho tiempo en arreglarse, su mamá siempre le decía que se vería más bonita si usará un poco más de maquillaje pero ella siempre contestaba “al natural mamá, al natural”

Se puso un vestido lindo, tenis, un suéter y su bolsa.

 

 

“Lista” - Ella

 

“¿Vamos? ¿A dónde vamos?” - Él

 

“Tu eres el que conoce bien aquí así que tu decide…” - Ella

 

“Tengo el lugar perfecto.” - Él

 

Fueron a cenar a un lugar que estaba a un par de cuadras, muy local, en un espacio reducido pero con comida deliciosa. Estuvieron ahí alrededor de unas 3 horas, más el tiempo que se pusieron a caminar… era la media noche y seguían juntos.

 

“Mañana tengo una junta importante con unos de mis socios, pero te busco…” - Él

 

Se despidieron, la dejó en la puerta del departamento. Ella subió, no entendía que acaba de pasar… sacó su teléfono para cargarlo y tenía varías llamadas del Novio. Decidió no marcarle de regreso… había sido una tarde y noche ideal.

 

A medio día él la buscó, solo se apareció frente a su puerta esperando que saliera, se sentó en la banqueta… media hora después ella iba saliendo… 

 

“Hola ¡qué sorpresa!” - Ella

 

“¿Ocupada?” - Él

 

“No tanto…” - Ella

 

“Ayer no me diste tu teléfono y quedé en buscarte, así que aquí estoy. Te quiero invitar de nuevo hoy a un lugar ¿puedes a las 6pm?” - Él

 

“Si, si puedo…”- Ella

 

Se despidieron y ella siguió a sus pendientes… mientras iba caminando le entró de nuevo llamada de su novio. Estuvieron platicando un poco, cuando el la interrumpió… “¿Qué estamos haciendo?”

 

“¿A qué te refieres?” - Ella

 

“A nosotros… creo que en teoría deberíamos de estar juntos, compartiendo este viaje pero cada quien está feliz haciendo lo que quiere… y está bien, no te estoy reclamando… pero ayer que te marqué y no contestaste, la verdad… no me molesté, esperaba que estuvieras bien pero tampoco me quede preocupada ¿me entiendes?” - El Novio

 

“Si, te entiendo… la verdad es que ya no te quise marcar cuando llegue, no vi para qué.” - Ella

 

“Creo que lo mejor es terminar… no es lo ideal hacerlo por teléfono, pero para que seguimos perdiendo el tiempo… por algo te fuiste y por algo yo no te dije que no te fueras… bueno si se porque no te dije nada.” - El Novio

 

“Sin darle más vuelta… ¿terminamos?” - Ella

 

“Si, creo que terminamos desde que llegamos a París…sabes que te quiero, te admiro por la persona que eres, por la libertad que tienes” - El Novio

 

“Gracias, yo también te quiero… no te preocupes por mis cosas, me las traje todas.” - Ella

 

“Si, me di cuenta” - El novio

 

Siguieron platicando un rato más hasta que cada uno regresó a hacer sus pendientes.

 

En cuanto colgó le llamó a su abuela… le platico todo, sobre el novio, el nuevo hombre que había conocido, su pintura… 

 

“No te voy a preguntar que harás porque me parece que aún no lo tienes definido…” - Abuela

 

“¿Estoy mal?… ¿No estoy dejando a un gran hombre por algo intenso que pasó aquí?” - Ella

 

“Solo tu tienes esa respuesta… ¿Qué te dirías a ti misma?” - Abuela

 

“Fluye… y disfruta… eso me diría…” - Ella

 

“Ahí esta tu respuesta, recuerda que las cosas las haces porque tu quieres, a tu manera… no porque alguien más lo espera. No dejes que todo esto te cause ruido.” - Abuela

 

Ella suspiró… era mucho para procesar en tan poco tiempo.

 

Llegó la hora en la que pasaría por ella… No estaba muy convencida por ir, aún así estaba lista para salir. Cuando ella le iba a decir que prefería no salir, él le dijo “Aun no tengo definida toda la noche pero ya iremos sabiendo que hacer…”

 

Ella sintió como si él supiera por lo que ella estaba pasando, como si la entenderá aunque no le dijo nada. 

 

“¿Vamos?”- Él

 

Ella le dio la mano y bajaron a la calle para después subirse al coche.

 

Continuará el jueves…

____________________

Continúa…

 

En el camino no dejaba de pensar en “¿qué estoy haciendo?”… era como si su opuesta a ella, la que no quería ser libre y seguir reglas a pie de la letra estuviera metida en su cabeza, hace mucho que no le pasaba eso, desde que era una adolescente y su abuela la llevó a viajar a Barcelona para mostrarle como a la única que tenía que serle fiel siempre era ella, las reglas que ella decidiera para su vida aunque los demás no las consideraran como tal.

 

En el camino platicaron de todo un poco, de sus vidas pero sobretodo de sus gustos.

 

“Ojalá un día me dejes invitarte a Andalucía ¿has ido?”- Él

 

“Si, hace muchos años cuando vine con mi abuela, ahí fue donde me enamoré por primera vez.”- Ella

 

“Un joven con suerte.” - Él

 

“No no era ningún joven…” - Ella

 

“Dale, una jovencita con suerte.” - Él

 

Ella se rió, “Tampoco, me enamore de la guitarra flamenca… así, en los primeros acordes me movió todo. Seguimos juntas desde ese momento ya que prácticamente es lo que escucho cuando pinta y mientras crecía cuando hacía tareas o tenía que estudiar, también la escuchaba… esas pausas y luego esa velocidad que toma era como si me dijera que yo era así como ella, única.”

 

“Pues mira, que a dónde vamos entonces se que te encantará, no es Andalucía pero es un gran amigo que es de allá, pareciera como si la música le recorriera en las venas… es de no creerse.” - Él

 

Ella le sonrió y le dijo “Me encanta”

 

En ese momento sabía que si no tuviera que estar ahí no todo sonaría tan bien. Ya lo comprobaría más tarde cuando estuviera en el sitio de su amigo.

 

Se estacionaron en un callejón pequeño, él era muy tradicional en formas de cortejar a una mujer, le pidió que se esperará en el coche para que él pudiera abrirle la puerta. 

 

“Ya se que ustedes las mujeres son autosuficientes, pero hay modelas, educación y tradiciones que a mi en lo particular me gustan mucho… como esta.” - El

 

Ella le sonrió, el le mostró su mano en signo de si estaba de acuerdo en que la tomara de la mano, ella lo miró y le sonrío de nuevo. Estaba parada frente a él, tomándole la mano y sintió como todo su cuerpo se comenzó a poner en otra calentura, como si su mano ya la hubiera tomada antes y fuera un gesto familiar, sin hacer lo de manera consciente, ella se acercó más a él, con la otra mano tomó su cara y lo besó. Él le contestó el beso que duro unos 30 segundos, la tomó en sus brazos mientras la besaba… parecía como si él también estuviera sintiendo esa conexión, como si ya lo hubieran hecho hace mucho tiempo.

 

Cuando terminaron su beso, se quedaron mirando, sonrieron los dos, se abrazaron y él le dijo “Sabía que un día llegarías…” 

 

Continuará…

 

_______

Continúa…

 

Ella no le hizo mucho caso al comentario que él había hecho… solo pensaba en ese beso que nada nunca se había sentido así. 

 

Entraron a un edificio, subieron un par de pisos mientras platicaban, se reían e iban tomados de la mano. Él tocó la puerta y entraron a un departamento que aunque estaba en un edificio antiguo era bastante moderno en su diseño, los recibió alguien que parecía trabajar ahí, se dirigieron a la comida y ahí estaba un amigo de él que estaba acompañada por otras 8 personas ya sentados en una mesa. 

 

“¡Bienvenidos! Que gusto tenerlos aquí, pasen por favor.” - Amigo

 

“Gracias amigo, te quiero presentar a …” - Él

 

“A la mujer que en tan pocos días te trae más enamorada que nada…” - Amigo, se acercó a saludarla a ella mientras sonreía

 

“Mucho gusto y gracias por la invitación…” - Ella

 

“Amigo, tu sabes que mi casa siempre será mi tu casa, feliz de tenerlos aquí. Ya saben que no lo suelo hacer tan seguido… bueno no se que tanto te ha contado, pero cuando me lo permiten las giras me gusta poder invitar a mi gente cercana para poder tocarles un poco de guitarra.” - Amigo

 

“¿Ustedes son socios entonces?”- Ella

 

“Así es, somos socios desde hace muchos años… nos hicimos amigos cuando llegue a Barcelona de Andalucía y desde ahí, inseparables.” - Amigo

 

Saludaron al resto de los invitados que eran amigos cercanos de los dos, entre ellos estaba la esposa del amigo, una mujer muy guapa que llevaba un vestido entallado de la parte de arriba con terminó flamenco.

 

“Qué hermoso tu vestido” - Ella

 

“Gracias, es parte de mi línea que esta por salir…” - Esposa

 

“Mucho talento en esta casa…” - Ella

 

“Talento al que traes tu tomado de la mano… pero ya lo irás conociendo cada vez más ¿te ofrezco una copa de vino?” - Esposa

 

Ella aceptó la copa de vino, mientras estaban sentados en la mesa, él le iba explicando quien era quien y a que se dedicaban. De la esposa de su amigo le platico que era una de las bailaoras de Flamenco más reconocidas en España, lanzó desde hace unos años su ropa de flamenco que se usan no solo para bailar. Así fue con cada uno de los invitados… hasta que ella interrumpió.

 

“Así que un gran talento…” - Ella

 

Él tomó su copa, dio un sorbo y sonrío… al terminar le dijo “¿será eso posible?” 

 

Después de cenar se pasaron a una terraza grande que tenían en la parte de arriba de su departamento. El amigo saco un par de guitarras, una se la dio a Él a lo que contestó “Nunca se le puede negar decirle que no a una belleza así”, refiriéndose a la guitarra. 

 

Los dos se acomodaron en un par de bancos, y comenzaron a tocar. 

 

Ella sintió que estaba en un sueño ¿era real donde estaba en este momento? No entendía como así, de la nada, todo había dado un giro. Ella que no quería ir a París y no imaginaba que sería el paso para llegar a Barcelona.

 

Cuando el tocaba la volteaba a ver, ella lo miraba, sonreían y luego lo veía tan metido en cada nota de esa guitarra. Después de 15 minutos, la esposa tomó su lugar y comenzó a bailar flamenco, una experiencia única la que estaba viviendo. 

 

Así pasaron la noche, entre vido, guitarras, flamenco, anécdotas y risas. Sin darse cuenta comenzó a amanecer… a ella le entraron un par de llamadas de sus amigos y les comentó que todo iba bien. 

En esos momentos le mandó a su abuela una foto del amanecer y un poco de la música y el baile con un mensaje que decía “así mi noche y mi madrugada.”

 

A las 7 de la mañana, él le preguntó a ella si la dejaba llevarla a su casa, “me encantaría hacerte un desayuno que no falla después de una noche así”

 

Ella lo tomó de la cara con sus dos manos, lo beso en la boca y le dijo… “Vamos.” 

 

Llegaron a su casa, mientras él hacía el desayuno, ella se metió a dar un baño, saliendo se puso nueva ropa que traía en vestido con un cambio en su ropa.

 

“¿Así que ya sabías que te quedarías conmigo?”- Él

 

“No”- Ella se rió, “Siempre cuando voy a un lugar de noche uno nunca sabe donde terminará”

 

“Mujer precavida” - Él, la beso al acercarse a ella

 

“Listo, pan tomate… aquí la especialidad es que el pan lo he hecho yo, bueno todo.”- El

 

Ella lo probó y sin duda estaba delicioso, el pan era perfecto, crujiente pero a la vez suave con tomate y aceite de oliva. 

 

Pasaron toda la mañana juntos, a medio día ella se quedó dormida mientras veía una película. Él la dejó dormir y fue a trabajar un rato.

 

Cuando ella se levantó un par de horas después, fue a buscarlo, estaba en el jardín, vivía en una casa bastante grande para ser solo una persona. Él estaba hablando por teléfono… “No, hoy no puedo estar ahí… avísame más tarde como van.”

 

“Hola bonita, buenos días ¿descansaste?”- Él

 

“Si, aunque sea un rato… ¿todo bien?… si necesitas ir a algún lado yo puedo regresar a casa de mis amigos.” - Él

 

“No, para nada, la galería que tenemos cerca de Casa Batlló se esta preparando para una de las exposiciones más grandes de la temporada… el evento es en un par de semanas, al cual espero me acompañes.” - Ella

 

“Si necesitas ir te puedo acompañar, bueno si quieres, pero ver arte además de hacer me encanta verlo.” - Él

 

“Te prometo que si te llevo antes de que sea la inauguración, pero hoy quiero que estemos haciendo cosas que no impliquen trabajo para alguno de los dos…” - Ella

 

“¿Entonces también tienes galerías? No termino de entender todo lo que haces… restaurantes, galerías, tocas la guitarra, haces pan, excelente anfitrión y gran besador”- Ella, se río y sonrió

 

Él se acercaba mientras ella le iba diciendo todo… “Creo que no has escuchado lo último que te dije”

 

“¿Qué parte?” - Ella

 

“Que hoy hagamos cosas que no impliquen trabajo para alguno de los dos…”- El, la besó.

 

Un beso que se convirtió en la primera vez que tuvieron relaciones, cada momento que él la tocaba o la besaba, ella pensaba que no había sentido nada igual. Sin duda para ella, un momento para recordar por siempre o así lo sintió hasta que él al terminar le volvió a repetir “Sabía que un día llegarías…”

 

Continuará....

__________________

Continúa...

Pasaron todo el día juntos, como la noche. A la mañana siguiente el tuvo que ir a trabajar, la dejó en el departamento de sus amigos. 

 

Esa mañana ella habló con su abuela, le contó cada detalle de lo que pasó, se escuchaba en su voz mucha emoción, la sentía distinta. 

 

“Sabía que tenías que ir a ese viaje… y regresaste a nuestro lugar.” - Abuela

 

“Abuela, ¿estoy bien?… ¿es normal esto que está pasando?” - Ella

 

“No hay reglas ni menús preestablecidos, cuando te toca conocer a alguien que tiene que llegar a tu vida, pasa sin anunciar… tu disfrútalo, uno nunca sabe que puede salir de todo esto.” - Abuela

 

“A veces cuesta tanto trabajo ser una misma, decirle al mundo que eso no va contigo que quieres ser como eres, sentirte libre, enamorarte, disfrutar, no compararte porque eres suficiente y única…” - Ella

 

“Si, puede ser retador pero no imposible… ¿qué haces hoy?” - Abuela

 

Ella le comentó que había quedado de comer con sus amigos, para luego ir a Monserrat, le comentó a su abuela que era una montaña donde muchas personas van en peregrinación, cuenta con su monasterio “iremos a ver la estatua de la Virgen Negra”

 

“Entonces no lo verás más tarde” - Abuela

 

“Claro que me gustaría pero tiene un evento fuerte en una de sus galerías pronto y pues yo debo seguir mis planes. Si está en vernos más tarde, así será…” - Ella

 

Aunque él estaba con muchas cosas, no dejó de mandarle mensaje. Ella los leía, respondía y sonreía. 

 

Cuando llegaron sus amigos, prepararon todo para irse, en el camino les platicó todo lo que había pasado… los dos estaban fascinados con la historia. 

 

“Chica parece de película esto… estas cosas solo te pasan a ti.”- Amigo

 

Ella se quedó pensando si esto iba a durar… pero una parte de ella no quiso pensar en el tiempo que tenía para volver a casa, pues sabía que a París no regresaría, no por el momento. 

 

Mientras estaban en Monserrat, comenzó a hacerse tarde… ella ya le había comentado que había una posibilidad que se quedaran. 

 

Cuando estaban cenando en un lugar cerca del centro, él la llamó

 

“Hola” - Ella

 

“Hola, ¿cómo va todo? ¿Que dice Monserrat?” - Él

 

“Todo muy bien, muy lindo la verdad…pero decidimos mejor quedarnos por acá hoy.” - Ella

 

“Me imaginé, que bueno que se quedan.” - Él

 

“Pensé que querías verme…”- Ella, contestó con un todo de broma haciendo drama

 

“En eso tienes mucha razón… mándame tu ubicación.” - Él

 

“¿Mi ubicación?”…-  Ella

 

“Perfecto, déjame le llamo a mi amigo que trabaja donde está para que te haga algo que te va a encantar…”- Él

 

Ella colgó el teléfono, no podía evitar pensar que le encantaría que él estuviera ahí… le contó a sus amigos lo que habían hablado por teléfono. 

 

Ella estaba sentada dándole la espalda a la puerta, uno de sus amigos vio como un hombre muy guapo entró por la puerta y dijo “que guapura, así feliz me quedo aquí”

 

Ella volteó riendo, ya conocía los comentarios de sus amigos, al darse la vuelta vio que era él.

Continuará...

______________

Continúa...

Ella sonrió, no podía creer que era él. Se acercó a la mesa y se dirigió a todos “Buenas noches”, seguido a besarla. 

 

Ella le presentó a sus amigos formalmente aunque con ambos había hablado sobre ellos. Mientras el mesero se acercaba a tomar una orden, él se acercó a su oído y le dijo “Tenía que verte, ¿te gustó la sorpresa?”

 

Ella volteó sonriendo y le dijo “Claro, estoy muy sorprendida, la verdad. Pensé que estarías mucho tiempo en la galería ya a unas semanas de que tengas la exposición…” 

 

“Arreglé lo que me tocaba, ya iré mañana más tarde, pero hoy quería estar contigo, además 2 horas no es nada…” - Él

 

Cenaron, platicaron, se rieron… pidieron la cuenta y él preguntó dónde se estarían hospedando. Se dirigieron todos al hotel, se despidieron en el lobby, él y ella fueron al cuarto.

 

“Estoy agotada, me hizo tanto bien venir…” - Él

 

“Me da gustó saber que te ayudo a estar bien.” - Ella

 

“Más que bien.”- Él

 

Se acostaron en la cama para ver un poco de televisión, los dos se quedaron dormidos sin darse cuenta. A la mañana siguiente, se levantaron, desayunaron y regresaron todos a Barcelona. 

 

Él la dejó en el departamento y pasó al restaurante a ver un par de cosas. Cuando terminó, la fue a buscar “¿Estás lista?”, ella le contestó “Lista siempre pero ¿Para qué?”, se rió un poco.

 

“Vamos, te quiero llevar a la galería, me encantaría saber tu opinión como artista que eres… pero antes de irnos, llévate una maleta con tus cosas o puedes traer todas.” - Él 

 

“¿Todas?”- Ella, sonrió

 

“Si, todas, que mejor que conocernos que estando juntos.” - Él

 

Ella solo le dijo “Me parece bien, voy por mis cosas.” No se tardó más de 10 minutos, ya tenía todo listo. Se despidió de sus amigos, él la ayudó con sus maletas y se fueron.

 

En el camino iban platicando, él recibió un par de llamadas. Cuando llegaron a la galería, estaban solos. Ella recorrió todo el espacio, cada obra, cuando le estaba pasando algunos comentarios, él la miró fijamente y le dijo “No quiero que pienses que he hecho esto con alguien más… cuando te dije que sabía que llegarías es porque llevo esperándote muchos años, si no es que toda mi vida, cada vez que tocaba mi guitarra imaginaba como sería conocerte y cuando bajaste, caminaste hacía mi, supe que eras tú.”

 

Ella lo miró, se acercó y lo besó, fue un beso apasionado pero lleno de mucho amor. De esos besos que te confirman que estás en el lugar correcto. 

 

“Un día estarás tu aquí exhibiendo tu obra…en el lugar donde te enamoraste por primera vez.” - Él

 

“Y en el que me enamoré en verdad por primera vez y ultima de un hombre, de ti.” - Ella

 

Se besaron nuevamente, después se sentaron a platicar los comentarios que tenía ella sobre la exposición. Él las anotó y las dejó para que el equipo las viera y pudieran implementarlas.

 

Se fueron a casa de él, todo iba muy bien. Ninguno de los dos pensaba en el tiempo que faltaba para que ella tuviera que regresar. 

 

Pasaron tres semanas, una mañana tocaron a la puerta, ella fue a abrir mientras él preparaba un poco de café.

En la puerta se escuchó un grito… él sonrió desde la cocina, sabía que se trataba de la Abuela, la había invitado a venir para la inauguración de la exposición y para ver a su nieta, cada vez que las escuchaba hablar, sentía que les hacía falta verse, tenían ya dos meses de no estar juntas.

Además, era el momento perfecto para conocerla.

 

Su abuela entró a la cocina, él la recibió con un gran abrazo, la abuela solo le dijo “Por fin. Te tardaste un poquito.”

 

Él le contestó… “Pero sabíamos que él día llegaría, tarde pero llegó.”

 

Los tres platicaron, fue un gran día para ellos, la abuela se acostó toda la tarde y decidió también aprovechar a dormir. Ella se quedó a acompañarla en lo que su abuela descansaba y aprovechó para dormir también, mañana sería un día importante. Él se fue a la galería, regresó a media noche, se metió en cama con ella, la besó, ella volteó y estuvieron juntos de nuevo, ya eran muchas noches las que habían pasado juntos. Se durmieron.

 

En la mañana, él les dejó listo el desayunó, la besó y fue a la galería “regresó por ustedes a las 5”.

 

Ella y su abuela aprovecharon para ir a caminar por sus calles favoritas de Barcelona. En esas pláticas, ella le preguntaba quién había sido su verdadero amor y le contó la historia de como en Barcelona había conocido a un hombre muy guapo, fueron tres semanas únicas, las mejores… “Siempre me arrepentí de no quedarme… pero en esa época como una mujer como yo se quedaría acá. Tuve que regresar a casa y seis meses después conocí a tu abuelo.” 

 

Dentro de cada detalle, ella se dio cuenta que su abuela también se había quedado enamorada de Barcelona y todo lo que había vivido ahí, le recordaba que era única y libre, se transformó en quien realmente era. Entendió porque la había llevado ahí hace años en ese viaje juntas.

 

Mientras se arreglaban en casa, ella le comentó a su abuela “No he querido pensar pero solo tengo un mes más aquí…” 

 

“¿Quién dice eso?” - Abuela

 

“Mi boleto…” - Ella

 

“¿No has entendido nada niña?… es solo eso, un boleto, mira todo lo que tienes aquí. Aquí puedes pintar, aquí puedes…” - Abuela

 

“Seguir con él… pero y ¿tu abuela?… no me imagino lejos de ti…” - Ella

 

“Tu no te preocupes por eso ahora, tienes que pensar en lo que por primera vez si quieres tu.” - Abuela

 

Él subió las escaleras, la miró y al verla era como si nadie más existiera más que ellos dos, la beso… “voy a cambiarme, estás guapísima… y la abuela también.”

 

Los tres fueron a la inauguración de la exposición, había sido todo un éxito, su abuela platicaba con otras personas, ella caminaba para apreciar las obras, se detuvo en la que consideró su favorita, se quedó ahí por 10 minutos… él la miraba de lejos en lo que terminaba unas pláticas con invitados… algo lo hizo moverse y les dijo “con permiso”

 

Él se acercó a ella … “¿Te gusta?”

 

“Si, es bellísima… ¿es la que faltaba de colocar?”- Ella

 

“Así es, me da gusto que te haya gustado…”- Él

 

Ella volteo a verlo, lo besó y le preguntó por qué… a lo que él contestó “Porque es tuya”

 

“Mía ¿cómo mía?” - Ella

 

“Si es tuya…”- Él

 

“Pero ¿cómo se supone que me la voy a llevar?” - Ella

 

“La mandamos a la casa y listo.. claro, cuando terminé la exposición.” - Él

 

Ella se quedó mirándolo sin decir palabra pero diciendo todo por la mirada.

 

“Quiero que te quedes aquí, conmigo… créeme que me iría a seguirte al fin del mundo, pero todos mis negocios ahorita están aquí y creo que tu también quieres quedarte…” - Él

 

“Si, si quiero quedarme… mientras miraba la obra decidí que perdería mi vuelo de regreso a México, pues ya estoy en cada.” - Ella

 

Él la besó, ella le dijo después del beso “perdóname por tardarme tanto en llegar…”

 

Ella aprendió que nada está escrito, que cada decisión que tomaba la convertían en la mujer que era hoy. Entendió lo que la hacía único y se prometió seguir así por siempre. Los dos son testigos de que no hay reglas, cuando es, es… aunque tardes un poco en llegar.

 

Y si, la abuela pasaba la mayor parte del tiempo en Barcelona con su nieta. Regresaba algunos meses a México, pero ella también aprovechó para regresar al lugar donde había sido tan feliz.

 

The end.

Continúa Barcelona
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