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La Niña de Buenos

Aires

Por Ana C Molinar Trujillo
*Todas las historias son creación y propiedad de Ana C Molinar Trujillo

Para leer el final da click aquí 

Creció rodeada de caballos, desde que podía recordar, su papá y su mamá eran amantes de ellos, su padre sobretodo era un apasionada, tanto que criaba caballos en un rancho que tenían a las afueras de la Ciudad. 

 

Aprendió a montarlos desde muy chica, pero también a cuidarlos y entenderlos, ella sabía que eran animales muy inteligentes y receptivos a muchas emociones. Sus tres hermanas también crecieron de la misma forma, pero sin duda alguna, ella siendo la menor con quién su papá pasaba más tiempo, era la más apasionada sobre el tema.

 

(La historia de la prima de una amiga)

 

La mayoría de los fines de semanas visitaban el rancho de sus padres, además de los paseos largos a caballo al amanecer, tenían distintas actividades que podían hacer, así que crecieron cercanas a la tierra, al campo, a trabajar con sus manos, a caminar mucho. Las cuatro eran grandes deportistas, incluida ella, aunque para ella, podía pasar horas leyendo y escribiendo. 

 

Sus padres se conocieron cuando eran muy jóvenes, su mamá tenía 20 y su papá 24, siempre contaban que fue amor a primera vista, lo que para ella sonaba muy utópico “¿Cómo alguien se puede enamorar así?¿a primera vista?… ni conoces a la persona.”, siempre les respondía cuando sus papás la alentaban a salir y conocer gente, esperando que tuviera la suerte de encontrarse a una gran pareja. Pero la verdad, a ella no le interesaba mucho, aunque su mamá sabía detrás de ese desinterés había miedo… siempre le contestaba “Un día lo entenderás… y no con los novios que traes.”

 

Ella era muy noviera, por una cosa u otra, algo no le terminaba de gustar de un novio o de otro. Sus hermanas la molestaban diciéndole que hasta por tener las agujetas de un color que a ella no le parecía, era suficiente para terminar una relación. 

 

El resto de sus hermanas eran distintas, la más grande era una mujer con na gran carrera profesional que no creía en el matrimonio pero si en la vida de pareja, llevaba ya 6 años viviendo con la suya.

 

La segunda hermana era la hija ejemplar, ella decía que si había encontrado al amor de vida, se había enamorada a primera vista de su primer gran amor que conoció en la prepa. Se casaron cuando terminaron la universidad y llevaban ya más de 10 años intentando tener un bebé, pasando por muchos tratamientos. Aun así ella siempre sonreía aunque su hermana sabía que por dentro no podía estar tan bien.

 

La tercera hermana, era muy seguida de ella, solo se llevaban 9 meses, crecieron diciendo que eran gemelas, pues si, se parecían muchísimo. En muchas cosas eran muy similares, solo que ella se había dedicado a una vida artística, era actriz de cine, y muchas veces las confundían en la calle. Ella estaba tan acostumbrada que solo posaba y daba autógrafos en nombre de su hermana. 

 

Y ella, había estudiado una carrera en relaciones exteriores, le gustaba la idea de viajar por el mundo, estudio muchos idiomas también. En su tiempo libre es cuando escribía y leía, pero creía que tenía que tener una carrera que le ayudará a mantenerse siempre, pues no quería depender de nadie. 

Constantemente sus papás le decían que debería de dedicarse totalmente a escribir, lo hacía muy bien, incluso una vez un amigo de su papá que era dueño de una editorial muy importante en México se lo ofreció, a lo que ella dijo “No gracias.”, sus padres nunca entendían esa parte de ella, pero la respetaban. 

 

En ocasiones llegaba a discutir con su hermana la segunda “En verdad no entiendo para que estudiaste tanto… no entiendo como puedes estar así tranquila, qué tal que un día tu esposo se va ¿tú de qué vas a vivir?”… su hermana solo le contestaba “El hecho de que me dedique a mi casa y querer tener una familia, no significa que no tenga mi dinero, que no sepa de finanzas. Mi esposo y yo, somos un equipo, y si ha sido mi decisión estar en casa y soy muy feliz en hacerlo.” 

 

“No entiendo… no entiendo..” - Ella

 

Su hermana le decía “Por que te da miedo…”, era la única que le decía siempre del miedo que tenía, pero cuando ella escuchaba esas palabras, prefería irse de la conversación. 

 

Una tarde, uno de sus amigos de toda la vida, la llamó para invitarla a una cena, aunque ella se negó al principio, siempre la terminaba convenciendo “Te vas todos los fines de semana… vive tantito.”, le dijo el amigo… en el fondo le había pegado en el ego y sólo pensaba “¿será real que no vivo?”… pero no le gustaba dar tantas vueltas, así que decidió ese fin de semana no ir.

 

Cuando le avisó a sus papás, solo le dijeron “Excelente noticia…”

 

Llegó el momento de la cena, su amigo vivía en un departamento espectacular con una gran vista, estaban los amigos y las amigas de siempre, así que no le pareció nada fuera de lo normal. 

 

Ella estaba viendo la vista desde el roof que tenía del departamento con una copa de vino, su papá además de ser amante de los caballos, lo era también de los vinos, así que las cuatro hermanas parecían enólogas. 

 

“¿Te ha gustado el vino?”- Él, 

 

Ella volteó con una cara de “no te conozco”

 

“Perdóname, soy primo de…” - Él

 

“Claro, claro, creo que me había platicado de ti… el que vive por todo el mundo ¿no?”- Ella

 

“Si, creo que esa es la mejor descripción.” - Él

 

“Si, me gusta la uva francesa… pero sin duda he probado mejores vinos.” - Ella

 

“Ya me había comentado mi primo que sabes mucho de vinos, a mi me encantan, desde que he vivido en diferentes lados, se ha vuelto una gran pasión.”- Él

 

“Perdóname que te pregunte pero ¿qué haces en México?”- Ella

 

“Esperando a que me asignen una nueva ciudad… básicamente, así que disfrutando de la familia.” - Él

 

“Me acuerdo cuando tu primo me platicaba lo que hacías, se me hacía increíble… creo que es una de las razones por las que estudie Relaciones Internacionales.” - Ella

 

“Si, todos empezamos por lo mismo, pero después tuvo que venir una maestría en política y doctorado en temas internacionales… pero bueno es una historia larga…” - Él

 

“Pues que bien que lo lograste… yo nada más no supe para donde ¿sabes?, se me hacía muy pesado lo que tenía que seguir haciendo para poder trabajar en una embajada.” - Ella

 

“Si, te entiendo perfecto, imagínate llevo ya mucho tiempo en esto…” - Él

 

“Se me olvidaba que era un poquito más grande que nosotros.” - Ella

 

“Solo un poquito…”-Él se rió

 

 

Continuará…

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Continúa…

 

Esa noche ella la pasó muy bien, fue de las pocas veces que no extrañaba ir al rancho de su familia, había ocasiones donde estaba en otras cenas y fiestas, solo se preguntaba “¿qué hago aquí?”. Pero en esta ocasión fue muy diferente. 

 

Cuando terminó la cena, todos decidieron ir a un karaoke, ella también fue, hasta a su amigo se le hizo raro, creía que en la primera oportunidad de iría. Sus amigos eran de carrera larga, y no fue la excepción. A las 7 de la mañana todos estaban juntos desayunando… mientras se comía unos tacos solo dijo “Qué gran noche.”

 

Para la tarde su amigo la llamo, moría de ganas de saber a que se refería que había pasado una gran noche.

 

“Ya cuenta ¿qué pasó con mi primo”- Amigo

 

“¿Qué paso de qué?” - Ella

 

“Ayer aguantaste lo que nunca… y luego terminaste diciendo ¡qué gran noche!” - Él

 

“Pues si ¿no?…¿tú no te la pasaste bien?”- Ella

 

“Totalmente, fue una gran noche… pero ya dime ¿qué onda con mi primo?”- Amigo

 

“Me cayó muy bien…” - Ella

 

“¿Sólo te cayó bien? Estuviste con él toda la noche… puedo jurar que lo besaste?” - Amigo

 

Ella solo se rió…  a lo que su amigo agregó “A mi no me engañas, te conozco.” 

 

Ella se volvió a reír… “Si ya sabes para que preguntas.” 

 

“No cambias amiga, no cambias…” - Amigo

 

 

Siguieron platicando un rato más, ella se fue a dormir temprano y a media anoche que se levantó por agua, tomó su teléfono y vio que tenía un mensaje de Él… “Te quería escribir antes pero me quedé dormido todo el día, sin duda ya no estoy para estos trotes. Me encantaría invitarte mañana a comer, descansa, un beso.”

 

Ella decidió no contestar en ese momento, mañana lo haría con más calma para saber si en verdad quería salir con él. No tenía duda que físicamente le gustaba mucho, pero sabía que él no estaría mucho tiempo den México y pensó “¿Qué futuro puede tener eso?”, a lo que agregó “¿Por qué estoy pensando en un futuro…”, después de eso tomó su celular y le contestó “Súper, si, comamos.”, bloqueó su teléfono y se fue a dormir. 

 

En la mañana se levantó, se hizo de desayunar y se sentó en la sala de televisión para ver un capítulo de una serie. Recibió un par de llamadas, de sus papás y de su hermana, la que era su casi gemela. No les comentó nada sobre él, en ese momento pensó que no era relevante, solo era el primo de su amigo. 

 

Él insistió en pasar por ella, aunque se negó varías veces, terminó aceptando que pasara. 

 

Cuando el tocó la puerta, lo dejaron pasar a su casa, ella estaba saliendo de la cocina cuando lo vio y solo pensó “qué guapo es…”, en ese momento se comenzó a sentir muy nerviosa, cómo lo iba a saludar, en el cachete o la boca…

 

Ella se paró enfrente y le dijo “¡Hola!”.

 

Él se acerco a ella y le contestó el “¡Hola!” 

 

Los dos se rieron, “No se como saludarte… después de ayer ¿qué se hace?”- Él

 

“Yo menos.” - Ella, se siguieron riendo

 

“¿Un beso en el cachete esta bien y vamos viendo?”- Él

 

“Me parece bien.” - Ella

 

“¿Nos vamos?”- Él

 

“Justo te quería decir si nos quedamos, aquí ya hicieron de comer súper rico ¿te parece bien?”- Ella

 

“Mejor aún…”- Él

 

Continuará….

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Continúa…

 

La comida no fue nada fuera de lo común, pero tenía algo que lo hacía saber muy bien. Después se levantaron para poder ir a la sala de televisión y ver alguna película o serie, para ella era indispensable siempre tener algo cuando veía la tele, así que en esta ocasión decidió hacer dos estilos distintos de palomitas, clásicas y de caramelo.

 

Decidieron poner una película que también les permitiría platicar, por lo que ya los dos la habían visto más de un par de veces. 

Ella estaba fascinada con todo lo que él le platicaba de sus viajes, de lugares que ella nunca imaginaría haber ido. Sin duda, era una gran compañía, aunque él sabía que en el fondo no se le daba tan fácil hablar con alguien así.

 

“¿Sabes, algo pasa cuando estoy contigo que se me da hablar más de lo que acostumbro?” - Él

 

“¿En serio?, yo te vi tan desenvuelto ayer que pensé que así era tu forma de ser, porque no solo fue conmigo.” - Ella

 

“Dependo de que haya una persona con la que me sienta cómoda para de ahí partir…” -Él

 

“Quería preguntarte algo…¿no es difícil estar así?” - Ella

 

“¿Cómo así?”- Él

 

“Soltero… me has contado unas experiencias increíbles pero en ningún momento escuché que lo hicieras acompañado de alguien.” - Ella

 

“No es tan difícil, en el fondo si ha sido una decisión que yo he tomado… no creas que no salgo o no lo intenté, pero al no tener un lugar fijo, moverse tanto… no se, la verdad es que creo que en ese momento o esos momentos, no había encontrado a la persona con quién quisiera estar.” - Él

 

“Seguro todo mundo te lo pregunta ¿no?”- Ella

 

“Si, la verdad si, en la familia es muy común, qué cuando será eso que ya tengo cuarenta y uno… ya sabes, pero se que lo dicen con cierto cariño y a veces solo por el chisme” - Él, se rió

 

“Pues sin duda creo que tienes un vida increíble.” - Ella

 

“Gracias… la verdad, yo también lo creo.” - Él

 

Ella se paró por un par de cosas más y cuando regresó le puso play a la película, mientras seguía corriendo, el la tomó de una mano y le dijo…

 

“Quiero ser muy honesto contigo, no se cuando me toque moverme a la nueva Ciudad, pero si quiero decirte, y nunca lo he hecho… me gustaría que pasáramos tiempo juntos y veamos a que nos lleva.” - Él

 

Ella se quedó callada, no sabía que contestar… solo lo vio y le dijo “Sin formalidad ¿verdad?”

 

“La verdad es que llega a una edad donde ya no tienes que ponerle título a todo, es simplemente querer estar con una persona. Yo me siento muy bien estando contigo, me gustas mucho y si, me encantaría conocerte más.” - Él

 

Ella pensó que le parecía bien, al final del día él se terminaría yendo, no habría forma que ella se enamorara o le doliera… era solo por un rato.

 

Cuando ella estaba a punto de contestar, escuchó como entraron por la puerta sus papás, sus hermanas, las parejas… Ella lo volteó a ver y le dijo “Esto si que es una sorpresa…”

 

Le presentó a su papá, a su mamá, sus hermanas… a todos. 

En algún punto se acercó a decirle “Si te quieres escapar lo entiendo perfecto”

 

“Para nada, me encanta la idea, me da curiosidad.”- Él

 

Así que tuvieron una tarde y noche con mucha platica entre todos, sus hermanas eran muy intensas así que siempre se inventaban distintos juegos, pidieron algo de cenar y terminaron a media noche. 

Él se despidió de todos, la mamá antes de irse le comentó que feliz lo esperaban mañana a comer, su respuesta fue un “Claro que si.”

 

Ella lo acompañó a la salida, comentaron un poco de otros temas y al despedirse él le preguntó de una forma muy caballerosa si podía besarla, a lo que ella le contestó “Si… puedes besarme cuando tu quieras.”

 

Continuará….

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Continúa…

 

Cuando regresó a su cuarto la estaba esperando su hermana, la que decían era su gemela. Comentaron un par de cosas que tenían que hacer, de lo que habían hecho el fin de semana, hasta que su hermana le dijo “Nunca te había visto así”

 

“¿Así cómo?” - Ella

 

“Pues que te gustará tanto alguien” - Hermana 

 

“¿De qué hablas?… o sea si me gusta mucho, pero así como tanto y que sea el único que me ha gustado así.” - Ella

 

“Con tus múltiples otros…”- Hermana 

 

“¿Cuáles múltiples?” - Ella, se rió 

 

“¿No crees que has salido con varios?”- Hermana 

 

“Mmmm”- Ella , se rió

 

“El punto es que si te gusta y no como te gustaban los demás… a mi me da gusto por ti.” - Hermana 

 

“Pero no tiene futuro…” - Ella

 

“¿O sea ya estás pensando en futuro?” - Hermana 

 

“No…bueno… no se… él se va a ir algún día a Buenos Aires que es la siguiente ciudad que le toca… y no es como que esté cerca de aquí.” - Ella

 

“Pues todo podría pasar… está claro que a él le gustas mucho, se noto hoy pasando la tarde con tu familia…yo lo vi muy cómodo y no creo que esté jugando a que sea solo un rato.” - Hermana 

 

 

Ella decidió no decir más, pero eso no le impidió pensar en lo que le estaba diciendo su hermana. Cuando estaba a punto de dormir, recibió un mensaje de él, diciéndole que quería verla de nuevo mañana, pasado mañana y todos los días. 

 

Dejó su teléfono y se fue a ver su serie… pero no estaba poniendo atención. Tenía esta necesidad de contestarle que ¡si! Que ella también lo quería ver. 

 

Fue al cuarto de su hermana de nuevo… “¿crees que deba contestarle?” - Ella

 

“¿Qué tienes que perder?… dices que se va a ir ¿no?”- Hermana 

 

Cerró la puerta cel cuarto de su hermana, fue al suyo, tomó su teléfono y le contestó… “¿a dónde vamos?”

 

 

Así pasaron los próximos 3 meses, eran ya una pareja bastante formal, aunque nada de títulos. En uno de los eventos que él tuvo de una embajada, la presentó como su novia, lo que a ella le hizo sentir muy bonito. 

Estaba muy enamorada, nunca se había dado la oportunidad de estarlo, pero había algo en él que la hacía ser realmente ella y querer estar mucho tiempo con él. 

 

 

Un día cenando en el departamento de su amigo donde se habían conocido, a él le entró una llamada… le dio un beso, tomó la llamada y se fue al roof a hablar. 

 

20 minutos más tarde regresó, algo en ella le dijo que seguramente algo no estaba bien o tal vez habían cambiado de parecer y no se iba a ir a Buenos Aires. Regresó a la mesa, pidió una disculpa y continuó en platica. 

 

Él le agarró la manó, se la besó… ella le preguntó al oído si todo está bien, a lo que él le contestó “no te preocupes, al rato en la casa te platico”. 

 

Para ese momento, ella ya llevaba un mes viviendo casi todos los días con él. Sus papás estaban tan contentos de verla así, sabiendo que no tenían claridad de cuándo él se iría que la apoyaron en la decisión. 

 

Ella no pudo evitar esa noche sentirse un poco incómoda, quería decirle que ya se fueran.. necesitaba saber que estaba pasando. Pero por otro lado pensaba “si él está tranquilo yo también lo intentaré estar.” 

 

Él la empezó a notar un poco incómoda… así que decidió que mejor se fueran, estaban bastante cerca del departamento de él. 

 

En el coche el dijo “ahora que lleguemos a la casa platicamos, ya estamos cerquita” 

 

“Claro”- Ella se acercó y lo beso. 

 

Cuando llegaron al departamento, los dos comenzaron a cambiarse para dormirse. Él tenia está costumbre de siempre tomarse un té, no importa la hora, antes de irse a dormir. 

 

Ella se sentó en la barra de la cocina mientras él preparaba dos tés. 

 

“Perdóname en verdad, quería decirte aquí donde estuviéramos solo tú y yo… y luego me sentí peor de decirte que al rato, cuando a mi me hubiera gustado que me lo dijeran ya… pero creo que era una forma de darle más tiempo a lo que estamos viviendo.”  - Él

 

“¿Cuándo te tienes que ir?”- Ella

 

“En un mes más… desde aquí y iré viendo cosas, pero mañana me mandan vuelo y todo.” - Él

 

“¿Qué piensan? Los dos sabíamos que iba a llevar este día.”- Ella

 

“Pienso que no quiero irme, pienso que si me voy quiero que vengas conmigo… pienso que soy un loco por dejarte aquí cuando por fin te encontré” - Él

 

“¿Me encontraste?” - Ella

 

“Yo se que decidimos no ponerle título a lo que somos, pero para mi, somos pareja y quiero que lo seamos para toda la vida… tú me preguntabas cuando no conocimos porque había estado tanto tiempo soltero y me gusta creer que es porque te estaba esperando a ti… me gusta pensar que tú salías con vario porque sabías muy en el fondo que no íbamos a encontrar y que te diría que nos fuéramos juntos. “ - Él

 

“Entonces la pregunta correcta sería ¿cuándo nos vamos?” - Ella

 

“¿En verdad si te vendrías conmigo? ¿Tu vida aquí, tú trabajo, tu familia?” - Él

 

“Si, en verdad si… mi vida es esto, lo que tenemos… en estos meses que hemos estado juntos he escrito más y si me gustaría explorar esa parte de mi… y mi familia siempre pueden venir a visitar, igual que nosotros venir.” - Ella

 

Él se acercó a besarla, la abrazo, le dijo lo mucho que la amaba y lo feliz que era a su lado. 

 

Al día siguiente tenían un viaje que habían planeado con varios amigos a Las Vegas, decidieron pasarla muy bien y a su regreso le avisarían a la familia de ella que se irían juntos. 

 

Una noche estando en Las Vegas, después de un concierto al cual ella moría por ir, él la abrazó y le dijo “¿y si nos casamos aquí?… es una locura ¿verdad?”

 

“Creo que con nosotros no va la forma común en la que todo mundo hace las cosas… así que si me estás pidiendo que nos casemos aquí…”- Ella

 

Él la paró y le dijo “¿te quieres casar conmigo?”

 

“Si, mil veces si”- Ella

 

Se besaron, se abrazaron… no le dijeron nada a sus amigos y fueron a casarse en una de las capillas de Las Vegas. 

Salieron de ahí, emocionados, muy felices y decidieron que le dirían a sus familias llegando a México. 

 

A la mañana siguiente, él la llevó a comprar su anillo de comprado, y compraron también los de casados. 

 

Cuando ella vio su mano solo dijo “¿esto es real?” …. A lo que él le contestó “si, si lo es.” 

 

Siguieron dos noches más en Las Vegas. Cuando salían con los amigos dejaban sus anillos guardados. 

 

Al regresar a México lo primero que hicieron fue ir a hablar con lo papás de ella. Sin duda fue una sorpresa pero lo tomaron bastante bien. 

 

Su papá la abrazo y le dijo “¿Qué se siente sentirse vivo?”

 

“Un sueño… algo que no puedo definir con una sola palabra.” 

 

Su papá solo les pidió hacer una boda bien en Ciudad de México, en el tiempo que ellos consideraran. Así que pusieron fecha de un año para hacerlo. 

 

Llegó el día en que los dos partirían juntos a Buenos Aires, después de un largo viaje, ella se asomó por la ventana y dijo “No puedo creer que estoy aquí…si me hubieras dicho hace un año te diría que nunca pasaría eso.” 

 

Él la besó y le dijo “Gracias, gracias por estar aquí, por decirme que si, por hacerme reír tanto esa primera noche, por todas las veces que con acciones me hacías saber lo mucho que me amas.” 

 

Así, llegó a vivir a un lugar que jamas se hubiera imaginado, Buenos Aires. Dentro de la casa donde vivían, ella tenía un estudio donde se dedicaba a escribir, mandó su primera novela a los editores en México cuatro meses después y le informaron que querían publicarla. 

 

Ella aprendió que siempre es bueno dejarte sorprender, que a veces la vida tiene formas distintas para llevarnos a donde realmente tenemos que estar, pero sobretodo ¡a vivir!

 

The end!

ContinuaBuenosAires
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