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La Niña 

de Sídney

Por Ana C Molinar Trujillo
*Todas las historias son creación y propiedad de Ana C Molinar Trujillo

Para continuar leyendo da click aquí y te llevara al final

Creció siendo una niña sencilla, no le gustaba llamar mucho la atención ni meterse en problemas, había crecido solo con su mamá, su papá, si es que así le podía llamar había desaparecido de su vida cuando ella tenía tan solo 6 años. Su mamá siempre trabajó para sacar a su hija adelante y darle las mejores oportunidades. Era una mujer muy preparada, tuvo siempre puestos importantes en empresas internacionales. 

 

Ella, al ser hija única y no entender bien el por qué su papá se había ido, desde chica decidió de forma involuntaria no ser una responsabilidad más para su mamá. Recibía de ella todo el amor y atenciones, pero cuando tuvo la mayoría de edad comenzó a trabajar de todo lo que se nos pueda ocurrir, quería un día poder regresar a su mamá, todo lo que ella le había dado. 

(La historia de la prima de una amiga)

La vida cambia de un día para otro, aunque suene demasiado trillado, o así le parecía a ella antes de vivir aquel momento donde su vida como la conocía cambiaría por el siguiente año.

 

Ahí estaba ella sentada en un sillón de hospital como había pasado el último año acompañando a su mamá que venía saliendo de un par de operaciones de la columna. Su mamá siempre fue una mujer tranquila, lo máximo que realizaba de deporte era caminar, ella no podía creer que por una caída mientras caminaba una mañana, terminaría todo en cirugías. 

 

Su mamá tuvo que darse un año sabático o un poco más del trabajo, aunque era imposible que lo hiciera pues una de sus pasiones era su trabajo. Ella tenía un horario flexible o así le gustaba llamarlo, aunque había trabajado desde muy chica, cuando comenzó a estudiar eligió música y composición. Su mamá sabía que desde pequeña tenía el don de la música, tarareaba canciones, conocía cada instrumento, así que no le sorprendió que su hija eligiera esa carrera. 

 

Aunque amaba la música, tuvo que hacer una pausa en su profesión, tenía planes para irse a vivir fuera, donde la dirección de orquestas fuera una profesión mejor valorada, tenía ya listo todo para partir a Berlín cuando sucedió el accidente de su mamá. 

 

En cada terapia que acompañaba a su mamá, siempre le decía “Hija, no tienes que estar aquí conmigo… aún puedes tomar esa oportunidad.”, Ella siempre le decía que una nueva oportunidad llegaría, que ahora tenía que estar a su lado, hasta que la viera de nuevo levantarse como antes. 

 

En el fondo ella pasaba que se le iban buenas oportunidades, claro que realizaba algún par de conciertos en México, pero tenía en planes poder especializarse, aprender de los mejores para un día poder regresar a México y apoyar a todos los niños y jóvenes que amaban la música como ella a aprender sobre ella y tener una experiencia fuera.

 

Había tenido un par de novios, nada serio para ella, aunque la respuesta de su madre siempre era “¿tres años no es tener algo serio?”… y ella le decía “no se trata del tiempo, si no de como estás en esa relación.”

Uno de ellos le pidió matrimonio, el último, ella tenía 26 años, ya 2 años de eso… su respuesta fue sencilla y clara “No.”, nunca olvidará la cara que él le hizo, todo lo que le dijo… y para finalizar le dijo “Un día encontrarás a una persona que si sea para ti.” 

 

Su mamá tampoco entendía, pero siempre respeto las decisiones de su hija. Al final del día todo por lo que ella había trabajado era para su hija y cuando se retirará.

 

Antes de entrar a la última cirugía su mamá le dijo “He pensado que lo mejor es jubilarme.” 

 

Ella cerro el libro que estaba leyendo, alzó su cabeza y le dijo “¿De qué estás hablando mamá, todavía te faltan 10 años según la ley… y tu dijiste que nunca dejarías de trabajar.”

 

“Pues si, pero qué tal que esto fue una señal, una advertencia…” - Mamá

 

“¿Es en serio?… tu no crees en nada de eso, ya dime que está pasando.” - Ella

 

“Tengo miedo que esto nunca se termine y tu te quedes aquí… esperándome mientras las oportunidades te pasan. Berlín no volverá a pasar ¿crees que algo mejor llegue?” - Mamá, le preguntó angustiada.

 

“No se mamá, no se… pero ahora yo tengo que estar aquí contigo. Ya habrá tiempo…” - Ella

 

“No, eso no es lo que hay, no hay tiempo… de repente estas caminando y segundo después están en un ciclo de cirugías y rehabilitación… así que no hay tiempo.” - Mamá

 

“Pero no te entiendo ¿qué no quieres que esté contigo?”- Ella

 

“Me encanta que estes conmigo pero no puedo dejar que dejes pasar cosas, que dejes de vivir.” - Mamá

 

“Pero si estoy aquí, viviendo…” - Ella 

 

“¿En verdad lo crees? - Mamá

 

Ella, se quedó pensando… se molestó. Tomó su libro y se salió del cuarto. 

 

 

Continuará…

______________

Continúa…

 

Se fue a caminar un rato, dando vueltas a lo qué su mamá había dicho “¿Cómo me dice que no estoy viviendo?¿Quiere que me vaya lejos?”… Se sentó en un café, dejó su libro y abrió su teléfono para ver si su madre le había mandado algo, no había ninguna llamada o mensaje. 

 

Después de pedir un capuchino, se puso a revisar sus mails, hace más de un año se había inscrito a una de las escuelas más importantes de composición de música en Sídney, el Conservatorio de Música. Le llegaba mucha información de la página, pero en esta ocasión le llegó que había se le había asignado un lugar, no estaba más en la lista de espera.

 

Recordó perfecto cuando se inscribió en la lista de espera, le habían dicho que era prácticamente imposible que pasará, pero ahí estaba ella leyendo el correo… solo pensó “¿Esto es real?¿Será una señal?… si mi mamá quiere que viva mi vida, ya me imaginó que va a pensar cuando le diga que es del otro lado del mundo.”

 

En las siguientes semanas comenzó un proceso exhaustivo de papeleo, recomendaciones, entrevistas, exámenes. Las cosas con su mamá seguían igual, se saludaban pero ella decidió volcarse al proceso, no perdía nada. 

 

Su mamá solo pensaba “Ya se le pasará”… 

 

Aunque estuviera enojada con su mamá, la acompañaba a sus terapias, la había hacer mil cosas en la computadora pero no preguntaba nada. Faltaban solo unos días para la última cirugía de su mamá. 

 

En una noche de amigas, les comentó lo que había pasado. Ninguna de ellas se dedicaba a eso, eran sus 3 mejores amigas de toda la vida, habían crecido juntas… 

 

“¿Estás segura que vas a ir si te dicen que si?” - Amiga 1

 

“Claro que se va a ir, es su sueño.” - Amiga 2

 

“No es su sueño… lo esta haciendo porque esta enojada y así uno nunca debe tomar decisiones.” - Amiga 1

 

“Pero su sueño siempre ha sido la música, si no lo fuera no habría hecho todo ese proceso que dice que no se escucha nada complicando.” - Amiga 2

 

“Yo opino que fluyas, cuando te digan si o no, ya decides… no te adelantes.” - Amiga 3

 

“Pues veremos que pasa, ya estoy a un par de días que me digan.” - Ella

 

Brindaron y cenaron como lo hacían todos los jueves. 

 

Llegó el día de la operación de su mamá, en ese momento ella dejó a un lado todo. Algo tenían esos momentos que no sabía si sería la última vez que la vería o que la reconocería, para ella todo podría pasar. Se abrazaron, se dijeron cuanto se querían y su mamá entró a la cirugía.

 

Después de 4 horas de cirugía, ella estaba viendo una película en su tableta esperando a que saliera su mamá. De pronto llegó una notificación de correo… sintió como dejó de respirar por un momento, comenzó a sentir mucho nervio.

 

Abrió su correo, abrió el mail del conservatorio y ahí estaba la respuesta que estaba esperando… “Nos es grato informarle que hay un lugar para usted en la próxima generación de composición de música…” 

 

Sólo grito “¿Queeeeeeeeeeeé?”… fue tan fuerte su exclamación que entró una enfermera a preguntarle si estaba bien.

 

Se levantó del sillón, caminó de un lado a otro…”¿Cómo iba a decirle esto a su mamá?”…

 

Recibió una llamada al cuarto que su mamá ya estaba por subir, que todo había salido muy bien. Cuando llegó al cuarto aún estaba un poco dormida pero si platicaba… ella no se pudo aguantar mucho y le dijo todo… “Mamá, apliqué al Conservatorio en Sídney, no pensé que pasaría, yo llevaba un año en lista de espera… y pues si, hice todo el proceso cuando estaba muy enojada contigo… pensé que no pasaría, que me dirían que no…”

 

Su mamá la interrumpió “¿Por qué creíste que te dirían que no?”

 

“No se, solo asumí… pero me dijeron que si, que en un par de meses empiezan las clases, en las entrevistas me dijeron que tengo literal 2 días para decidir porque si no, tienen que darle a alguien más el cupo. ¿No estás enojada?”- Ella

 

“Hija ¿por qué estaría enojada?… igual no fue la mejor forma que aplicaras estando enojada conmigo, pero si creo que es lo que te hacía falta… si lo hiciste es porque quieres hacerlo.” - Mamá

 

“Mamá, no se que hacer ¿tú?…?” - Ella

 

“Por mi no te preocupes, ya te dije que me quiero retirar y si se va a tratar de viajar e irte a visitar, estoy lista.” - Mamá

 

“¿En verdad mamá?…” - Ella

 

“Te amo hija, amo que quieras estar conmigo pero tienes que vivir tu vida, siempre me he sentido un poco responsable de que creciste lejos de tu padre que compensé con darte todo y un poco más, pero tu siempre has sido una hija ideal, sin darme problemas, muy madura para tu edad… como si estuvieras viviendo cosas que no te correspondían… hoy te toca vivir lo que te corresponde.” - Mamá

 

“Te amo mamá… tengo miedo, pero a la vez estoy emocionada.” - Ella

 

Tomó su computadora y contestó el correo… “Muchas gracias por considerarme, tomaré con mucho gusto el espacio que me han ofrecido, nos vemos allá en un par de meses.” 

 

Envío el correo, cerró su computadora y fue a abrazar a su mamá.

 

Continuará…

________________

Continúa…

 

Llegó el día en que tomaría su vuelo a Sidney, tenía que hacer un par de escalas para llegar. Ella esperó que en el último momento su mamá la acompañara, pero fue muy clara desde el inicio “Esto lo tienes que hacer tu hija, lo harás bien, yo iré en unos meses a visitarte.”, le comentó su mamá.

 

No sabía ni qué empacar, no había puesto más que lo básico, pero en unas horas tenía que irse al aeropuerto, sin pensarlo mucho decidió llevarse solo una maleta grande y una pequeña. 

 

“Si algo me falta lo compró allá, no conozco nada de allá, ni como es el clima.”- Ella

 

“Sin duda vas a tener que comprar cosas y si no cuando yo vaya te llevo más.” - Mamá

 

La despedida en el aeropuerto estuvo llena de muchas emociones, ella no podía creer que estaba a punto de irse al otro lado del mundo. Sus amigas estaban de lo más emocionadas, ya estaban planeando cuando la irían a visitar, su mamá estaba tan orgullosa de ella, por otro lado sabía que la extrañaría mucho pero era importante que diera este paso.

 

Le dio un abrazo fuerte a su mamá y se fue a formar para entrar a las salas. Le esperarían muchas horas de vuelo así que decidió caminar un rato con un buen Latte en la mano. Por momentos pensaba en salirse pero una parte de ella decidió ya no darle más vueltas, ya todo estaba listo para que se fuera.

 

Unas horas más tarde estaría ya volando hacía lo que sería su próximo hogar Sídney. Después de más de 20 horas de vuelo llegó, le daba mucha curiosidad escuchar a los australianos hablar, se sentía en un cuento. Espero sus maletas ya un poco cansada, le avisó a su mamá que por fin había llegado y en cuanto tuvo su equipaje salió para tomar un taxi. Como en verdad no conocía nada de allá, más lo que pudo encontrar en algunos sitios de internet, había reservado un hotel por unas semanas cerca del conservatorio hasta que conociera más el lugar para decidir donde podía rentar. 

 

Ahí estaba, camino a un nuevo capítulo de su vida, se mandaba mensajes con sus amigas, se reía de sus comentarios. Cuando llegó al hotel le llamó a su mamá, platicó con ella un rato largo y decidió quedarse dormida. 

 

Durmió casi 20 horas seguidas, estaba totalmente agotada, física y emocionalmente. 

 

Se despertó muy emocionada, era un martes por la mañana… “Ahora si, vamos a conocer un poco del Conservatorio”, se dijo así misma. 

Prácticamente le quedaba caminando, así que era una buena forma de conocer la zona.  Llegó al gran edificio, era sin duda como lo leyó en internet una de las escuelas más antiguas y con gran prestigio, junto a los Reales Jardines Botánicos de Sídney. El edificio parecía salido de un cuento de hadas, nada como su primera opción hace unos años, Berlín. 

 

Entró al edificio, le indicaron donde estaba el área de admisiones, mientras esperaba, sentía una mirada sobre ella. Se sintió incomoda, pero decidió no darle importancia. 

 

“Hola” - Él

 

“¿Hola?” - Ella

 

“¿Eres nueva verdad?” - Él

 

“¿Es muy notorio?” - Ella

 

“Más bien nunca te había visto por acá y si, llamaste mi atención.”- Él

 

La señora de la entrada interrumpió para decirle que ya podía dirigirse donde la estaban esperando.

 

“Muchas gracias… Pues, mucho gusto.” - Ella

 

“Te acompaño…” - Él

 

“No te preocupes, estoy bien… gracias.” - Ella

 

“Insisto…” - Él

 

Ella no dijo nada y se fue caminando a donde le mencionaron, él iba tras de ella. Ella entró a la oficina y él la esperó, se le hacía tan raro que un extraño hiciera eso. 

 

En la oficina le dieron toda la información para presentarse la próxima semana a clases. En ese momento le presentaron a dos de sus compañeras que estarían con ellas en el mismo grupo, una de ellas era inglesa y la otra era de Nueva York. Una de ellas propuso si querían ir a comer juntas y conocer en la semana la Ciudad pues de todas era su primera vez. Las tres aceptaron y salieron de la oficina. 

 

“¿Entonces ya te vas?” - Él

 

“Si, gracias…” - Ella

 

“Nos vemos pronto…” - Él

 

“Bye”- Ella

 

Sus nuevas compañeras le preguntaron que si lo conocían, si estaba bien, no tuvo mucha forma de explicar lo que había pasado… cuando salió del edificio volteó a ver solo para revisar que él no fuera atrás de ella. 

 

Suspiró y siguió caminando con ellas. 

 

Fue una gran semana, conocieron más de la Ciudad, les sorprendió lo lindo que era, una gran Ciudad con gran vegetación, actividades y animales únicos. Las tres hicieron una gran confianza entre ellas, todas estaban muy lejos de casa así que antes de terminar esa semana decidieron que les gustaría vivir juntas, así que con el tiempo mientras conocían más podrían comenzar a buscar un departamento para las tres. 

 

La primera semana de escuela fue algo increíble para ella, se sentía tan desconectada de la música por todo lo que había sucedido el último año, por lo que comenzó a pensar que había una razón muy importante para que ella estuviera ahí. Se volvió a sentir completa de cierta forma.

 

En toda la primera semana y segunda, nunca lo volvió a ver… era como si no existiera. Pero no le dio mucha vuelta.

 

Un día por la tarde, decidió ir a sentarse a una cafetería donde tocaba un poco de piano un señor ya de mayor edad. Le gustaba su forma de tocar, el ambiente y que ella comenzaba a escribir de nuevo. De repente sintió a alguien atrás de ella…

 

“Hola Tú.” - Él

 

Ella levantó la cabeza y le sonrió, sin saber por qué… todo había sido tan extraño cuando lo conoció.”Hola Tu.” - Ella

 

Él le preguntó si podía acompañarla, a lo que ella dijo que si, comenzaron a platicar sobretodo de ella, de donde venía, que hacía ahí, si le gustaba la Ciudad… Etc.

 

Una media hora después que estaban platicando, un par de personas se acercaron a él a pedirle una fotografía y un autógrafo. Ella no tenía ni idea quien era… y le daba pena preguntar. Así que fingió como si nada de eso hubiera pasado.

 

A la hora cuando el señor del piano, él se levantó para aplaudirle y saludarlo. Regresó a la mesa con ella. 

 

“Sin duda soy un gran fanático de este señor”- Él

 

“¿Llevas mucho tiempo viviendo aquí?”- Ella

 

“Si, toda mi vida… aquí crecí, entre estas calles desde que recuerdo.” - Él

 

“¿Tu también estudias composición o música?” - Ella

 

“No, terminé ya hace algunos años… a veces voy de invitado, ese día que te vi justo salía de una sesión… te vi un poco perdida y la verdad llamaste mi atención.” - Él

 

“Muy directo ¿verdad?… ya entenderás porque andaba tan perdida.” - Ella

 

“Con todo lo que me acabas de decir, si, ya entendí.” - Él

 

Siguieron platicando un par de horas más, hasta que ella se despidió para irse a buscar con sus amigas un lugar para vivir. Él le recomendó un par de zonas donde podían ir a buscar, se despidieron sin intercambiar ningún teléfono… lo que a ella se le hizo extraño después de la insistencia en acompañarla, de decirle que había llamado su atención y pasar muchas horas juntos, “Sin duda otra cultura”, pensó

 

Un par de días después, estaba en su salón… el profesor les comentó que tendrían un invitado especial, el director de orquesta que actualmente era considerado uno de los talentos jovenes de Australia. Ella estaba escribiendo un par de cosas en su computadora, lo presentaron al entrar al salón, ella volteó su cara a la puerta y ahí estaba él… no podía creer que fuera todo lo que estaban diciendo… ¿por qué él no le había comentado nada?… 

 

Ella no supo que hacer así que tomó su clase como si fuera una más. Un par de horas después cuando terminó la clase, ella estaba guardando sus cosas, a él se le estaban acercando varias personas… cuando ella se puso su mochila en el hombro para salirse, él les pidió permiso y se acerco a ella donde esta sentada.

 

“Hola Tu.” - Él

 

“Hola Tu.”- Ella

 

“¿Sorpresa?” - Él

 

“¡Sorpresa! - Ella

 

“¿Tienes clase?- Él

 

“Si, una clase más…”- Ella

 

“Perfecto yo tengo que ver un par de cosas aquí y te veo en la entrada ¿esta bien?” - Él

 

“Me parece bien” - Ella

 

 Sus amigas solo la voltearon a ver, se despidió de él y salió del salón… sus amigas se acercaron para que le platicara todo…

 

Antes de entrar a su clase le mandó un mensaje a su mamá “Te llamo más tarde para platicarte a quién me encontré en mi clase, que ganas de tenerte aquí cerquita Mamá, te amo.”

 

Y entró a su clase…

 

Continuará…

_________________

Continúa…

 

Él era el invitado de la clase, le sonrió cuando entró al salón, se portó muy profesional… Ella estaba imputada con su historia, con su talento, sin duda desde ese momento lo comenzó a ver de una forma distinta, con mucha admiración. 

 

Cuando se abrió la sesión de preguntas y respuestas, ella prefirió no preguntar nada, sin duda tenía dudas pero aprovecharía otro momento para poder preguntar.

 

Él salió antes del salón que ella, así que la esperó en la entrada donde habían quedado. El profesor les comentó un par de cosas, se despidió de sus amigas y se dirigió a encontrarlo.

 

La saludo de nuevo, le abrió la puerta para salir y se fueron caminando a su coche. Iban haciendo platica de todo un poco, sobretodo de la clase de cómo le había parecido, a lo que contestó … “Sorprendida, ya me habías comentado un poco, pero no a ese detalle.”

 

“No creas que tenía tanto detalle, solo lo que siempre platicó, a ti te toca la información del backstage, esa que la verdad pocas personas saben y cuando digo pocas, literal son mis papás.” - Él

 

Se subieron al coche, ella no tenía idea a donde iban pero aún así preguntó  “¿A dónde vamos?”

 

“Vamos a un juego de rugby” - Él

 

“Eso si no me lo esperaba.”- Ella, y se rió

 

“Son de esas cosas que tienes que conocer de nuestra cultura. Además mi hermano es jugador e intento no perderme ninguno de sus partidos.” - Él

 

“Sin duda tengo que conocer tus papás, dos hijos muy exitosos en sus profesiones.” - Ella

 

Él se rió y solo agregó “Hicieron lo que pudieron, pero estoy seguro que a ellos les encantará conocerte.”

 

“Con hijos tan exitosos ¿crees que quieran conocer a alguien promedio como yo?” - Ella

 

“¿En verdad te consideras promedio?”- Él

 

“Pues…”- Ella

 

“Yo te considero una mujer muy talentosa y estoy seguro que te convertirás en una de las directoras de orquesta y compositoras más importantes de tu país, si no es que la más.” - Él

 

“Pero nunca has escuchado o visto nada de mi trabajo.” - Ella

 

“Si, vi todo lo que mandaste en tu solicitud, lo tuve que ver porque cuando doy estas clases especiales necesito conocer el talento de a quién le estoy hablando.” - Él

 

“Pues.. no se que decirte.” - Ella

 

“Que vas a darte más crédito, eres muy talentosa y después del conservatorio verás el gran crecimiento que tendrás.” - Él

 

Así pasaron las siguientes semanas, él presentándole la vida de Sidney, ella feliz con su compañía. Ya había conocido a sus papás, a su hermano. Estar cerca de la familia de él, la hizo sentir como en casa, además de la compañía de sus amigas y claro, de él.

 

Una noche no pudieron verse porque ella tenía que estudiar para un examen importante. Cansada de estar pegada a tantos apuntes fue a sentarse con sus amigas a la sala… platicaron de todo un poco.Hasta que una de ellas le preguntó que estaba pasando con él y con ella.

 

Ella solo contestó “No se como definirlo… sin duda a mi me encanta, pero no se si él me vea de la misma manera.”

 

“Pero llevan ya dos meses saliendo ¿no?”- Amiga 1

 

“Si, dos meses… pero nada, o sea han habido esos momentos donde estamos por besarnos y no, si ha habido la ocasional agarrada de mano o el abrazo… pero nada.” - Ella

 

“¿Pero no quieres definir con él que son?”- Amiga 2

 

“La verdad no, me da miedo perder todo esto que tengo con él… tenemos una gran amistad, su familia… estando tan lejos siento que tengo familia acá… creo que si yo le gustará ya le habría dicho ¿no?” - Ella

 

“No se amiga, yo no entiendo a los hombres, ya ves que solo me ves y ya siento que me voy a casar” - Amiga 2  se rió mientas lo decía

 

“Cambiando un poco de tema ¿Cuándo llega tu mamá?” - Amiga 1

 

“La próxima semana, justo para el break que vamos a tener, así puedo estar con ella. No quiso quedarse aquí, pero aprovecharé si ella quiere de quedarme con ella en el hotel.” - Ella

 

Pasó la semana de los exámenes, ella estaba un poco saturada de todo, con poco tiempo. No había podido verlo en esa semana, él también estaba un poco saturado pues tenía próximamente un concierto muy importante, así que todo era por medio de mensajes o llamadas. 

 

Llegó el día en que su mamá llegaría, cuando ella salió del departamento ahí estaba él esperándola para llevarla al aeropuerto. Para ella fue una sorpresa total, pero cuando se vieron se abrazaron mucho y de la nada, él la beso… ella lo beso de regreso aunque estaba un poco sorprendida. 

La volvió a abrazar de nuevo, la tomó de la mano y le abrió la puerta para que se subiera a su camioneta.

 

“¿Ahora en camioneta?… Esta no la conocía.”- Ella

 

“Solo la uso cuando salgo fuera de la Ciudad, pero me imaginé que tu mamá llegará con varías maletas, así que mejor así…” - Él

 

“Gracias por acompañarme, se que estas a full con el concierto.” - Ella

 

“Pero primero lo primero… ¿Lista para ver a tu mamá?”- Él

 

“Más que lista.” - Ella

 

Llegaron al aeropuerto, se estacionaron y se dirigieron a las llegadas internacionales. Llegaron con unos 40 minutos de anticipación, se tomaron un café, platicaron un poco de su semana y llegó el momento en que vieron que el vuelo ya había aterrizado y faltaba poco tiempo para que saliera.

 

El momento fue único, vio a su mamá y corrió como una niña de 3 años a los brazos de su mamá. Las dos lloraban de emoción, se dieron un abrazo tan grande, de esos que reparan el alma. Se decían lo mucho que se habían extrañado y lo mucho que se amaban.

 

Él decidió grabar todo el momento, en algún momento a ella le serviría de mucho inspiración o así le pasaba a él. 

 

Se acercó a ayudarles con las maletas, saludo a la mamá, que con mucho cariño lo abrazo. Así como ella había conocido a su familia, él también ya había hablado en distintas ocasiones con su mamá.

 

La llevaron a su hotel, él las invitó a cenar, platicaron de todo los tres. En la noche él se despidió y las dejó tener un momento para ellas. 

Ella lo acompañó a la puerta del hotel antes de subirse al cuarto con su mamá.

 

“Gracias, en verdad gracias.” - Ella

 

“Gracias a ti por dejarme acompañarlas… esta semana voy a estar de nuevo con el tema del concierto, me encantaría llevarlas a mil lugares, pero en cuanto acaben los ensayes generales a finales de la próxima semana, te busco porque queremos invitarlas a la casa que tenemos fuera de la ciudad.” - Él

 

“Me parece muy bien.” - Ella, no sabía como despedirse de él, aunque había pasado un gran día, no se le olvidaba como la había saludado. 

 

Él la abrazo, le dio un beso tierno en la frente y se fue.

 

Ella decidió no darle tantas vueltas pero eso no evito escribirle a sus amigas con lo que había pasado del beso. Claramente subió con su mamá y le platicó también. Esa noche decidió quedarse con su mamá, aunque su mamá le decía que no era necesario ella insistió “Mamá te extrañé demasiado, déjame estar un ratito aquí contigo.”

 

Pasaron una semana increíble para las dos, conociendo más de Sídney, le presentó a sus amigas con las que llegaron a cenar un par de veces. 

Él le escribía todos los días y le llamaba en video. 

Después de las semanas del ensayo general que él tenía, estaba ya todo coordinado para pasar por ellas y llevarlas a su casa fuera de la Ciudad.

 

En el camino iban platicando de todo un poco, a su mamá, él se le hacía un hombre muy guapo y varonil, estaba contenta que su hija hubiera encontrado a un amigo como él. Para su mamá solo era su amigo, hasta que él no dijera lo contrario, para eso su mamá era muy conservadora. 

 

Llegaron a un viñedo hermoso, con una Casa Blanca minimalista con una arquitectura que parecía de revista. Se bajaron de la camioneta y ahí los estaban esperando sus papás y el hermano de él… sin duda serían unos días en familia.

 

Todos se saludaron como si tuvieron año de conocerse.

Les dieron una visita por todo el viñedo y por la casa, se sentaron a comer después de un par de horas… al terminar él la invitó a caminar.

 

Mientras caminaban entre los viñedos, ella le dio las gracias por la invitación… “en general gracias por todo, tu y tu familia han hecho que me sienta muy acompañada estando tan lejos de casa, de mi mamá.”

 

“Quería ofrecerte una disculpa.”- Él

 

“¿Una disculpa?”- Ella

 

“Si, hace unas semanas cuando te besé… no puedo decirte que fue sin querer porque en verdad quería hacerlo, lo he querido repetir muchas veces más, pero nunca se ha dado la platica entre los dos… se que estás a full con tus estudios, que viniste con el objetivo muy claro del tema profesional y de repente aparezco yo…” - Él

 

Ella se frenó y se paró en frente de él “Mi mamá me va a matar si te digo esto, pero… yo he deseado que se repita ese beso y más, la verdad es que no quería ser la mujer intensa que pregunta qué somos… se que tu estás con mil cosas, y antes que nada no quería perder lo que tenemos.” - Ella

 

Sin pensarlo él se aceró y la beso, la besó con una gran emoción, como si llevaran esperando mucho tiempo para ese beso. Después él la abrazo y le dijo “Te amo, en verdad te amo, claro que como amiga pero quiero que estemos juntos como pareja.”

 

Ella lo tomó de las mano y le dijo “Yo te amo a ti y claro que también quiero eso.” 

 

Se besaron de nuevo, se tomaron de la mano y siguieron caminando. 

Cuando iban de regreso a casa él le dijo “Que bueno que me dijiste que si, porque si no tu mamá me hubiera visto con cara extraña.”

 

“¿Mi mamá?”- Ella

 

“Claro, cuando fuiste a dejar tus cosas al cuarto fui a hablar con tu mamá y le comenté todo esto que siento por ti, para saber si ella estaba bien con esto o como dicen en México, tener su bendición.”- Él

 

“¿Y que te dijo que si?” - Ella

 

“Me dijo, claro que si.” - Él

 

Llegaron a la casa y su mamá al verlos les pregunto “¿Y entonces?”, a lo que él la tomó de la mano, la beso y contestó “aquí hay amor, me dijo que si, que seamos una pareja.” 

 

Su mamá y la familia de él se pararon a abrazarlos y felicitarlos.

Para la familia de él verlo así e enamorado era algo que habían esperado por mucho tiempo. Se dedicó tanto tiempo a su carrera que esa parte de su vida la había dejado en pausa hasta que la conoció a ella. 

 

Después que su mamá la abrazo para felicitarla le dijo “Pues ve a cambiar tus cosas de cuarto hija.”

 

“¿Mamá?¿de que hablas?”- Ella

 

“De que hablas tú hija, como te lo dije, quería que vivieras y quiero que lo sigas haciendo… además ya necesito mi espacio, te amo pero quiero mi espacio.” - Mamá

 

Ella sonrió y la abrazo.

 

Pasaron una gran semana en familia, ella no podía creer que a miles de kilómetros lejos de su casa encontraría su nuevo hogar. Los dos tenían claro que todo podría pasar, podrían quedarse en Sídney hasta que ella terminará o moverse a otro lugar, pero lo importante era estar juntos.

 

Llegó el día del concierto, cuando lo vio en ese escenario dirigiendo y escuchando la música que él había compuesta se sintió abrazada en cada nota, hubo una canción donde él se volteó y con los labios le dijo “esta es para ti.”

 

Así ella realmente se dio cuenta que ahora si estaba viviendo, que la decisión de llegar a Sídney había sido una sorpresa, una que la despertó del estilo de vida que estaba llevando. 

Aprendió que hay lecciones que a veces debes aprender a vivirlas lejos de donde te sientes cómoda para darte cuente de muchas cosas.

 

The End.

Continuación Sidney
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